Longino Luna

Con profundo dolor y amor eterno, la familia Luna anuncia el fallecimiento del Sr. Longino Luna, quien partió en paz el día 15 de mayo de 2025, en su hogar y rodeado del amor de sus seres queridos. Tenía 95 años.

Nacido el 15 de marzo de 1930 en Guanajuato, México, hijo de Margarito y Guadalupe Luna, Longino fue un hombre de gran corazón, nobleza y entrega. Desde joven, conoció al amor de su vida, Raquel Luna, con quien contrajo matrimonio en su tierra natal. Juntos compartieron una hermosa historia de amor que perduró por 69 años, construyendo un hogar lleno de cariño, valores y unión.

Longino dedicó muchos años de su vida al trabajo en el campo en California, donde con esfuerzo, pasión y orgullo, cosechó innumerables frutos. Disfrutaba profundamente su labor, y su conexión con la tierra era evidente: tenía un don especial para la jardinería y el cultivo de plantas. Tenía lo que muchos llamaban una “mano verde” y un alma enraizada en la naturaleza.

Después de vivir en California, él y su familia se establecieron en Texas, lugar que desde entonces llamaron hogar.

Le sobreviven su amada esposa Raquel Luna y sus hijos: Arcelia (Everardo) Santillano, Gloria (Sergio) Garcia, Antonio (Guadalupe Gonzalez) Luna, Maria (Jose) Luna, Margarita Luna, Carolina (Leonardo) Luna, Patricia (Antonio) Luna y Angelina (Carlos) Luna. También deja un legado inmenso de amor en sus nietos: German, Steve, Evey, Ricky, Freddie, Marcos, Carlos, Angel, Tony, Andy, Rodrigo, Gael, Raquel, Elizabeth, Caroline, Karina, Claudia, Bianca, Sabrina, Alexa, Giselle y Alejandra; y en sus bisnietos: Andrew, McKenzie, Bella, Delilah, Carmelo, Avery, Dahlia, Miguel, Devany, Jason, Armando, Jazmine, Matthew, Ariel, Freddie Jr., Bella, Darlene, Zach, Vince, Chloe, Emir y Maddie.

Fue precedido en muerte por sus padres, su hijo Jose Carmen Luna, y su nieta Sydney Espiritu.

El Sr. Longino Luna será recordado por su humildad, su fortaleza y su amor incondicional a la familia. Su legado vivirá en cada planta que florezca, en cada historia contada, y en cada corazón que tocó con su presencia.

Descansa en paz, querido Longino. Tu vida fue un ejemplo, tu memoria será eterna.